Si nos conocéis un poco, hartos tenéis que estar de que os recordemos el truco del cm/minutos para hacer la carne en su punto. Ya sabéis, tantos minutos en la plancha (bien caliente) por cada lado como cm tiene la pieza. Es mucho más importante utilizar este baremo que el peso de la pieza, ya que es el grosor el que determina la velocidad con la que el calor penetra en la pieza. Muy bien, queda claro que el tamaño (a lo ancho) importa. ¿Qué hacemos? Adaptar el corte y tamaño de la pieza a cada cocción.
Corta fino para:
Escalope: tiene que hacerse rápido y de forma homogénea, cocinándose pero sin que se seque el exterior, así que una vuelta y vuelta rápida hará que quede perfecto.
Wok: rápido no, ¡rapidísimo! El secreto para que quede perfecto es cortar la carne casi en lonchas y saltearlo muy rápido.
Corta grueso para:
Entrecot. Tiene que dorarse bien pero que quede poco hecha en el centro para potenciar así el sabor.
Chuletón, solomillo. Grueso, grueso, de 3 a 5 cm para dejarlo poco hecho, prácticamente crudo en el centro y dorado en el exterior. Si te pasas se seca.
Carrilleras, rabo, ragú. Si quieres que la carne se guise despacito y mantenga su terneza, mejor usar cortes anchos que aguanten bien la cocción. También para el morcillo y las piezas que uses para hacer cocido.
¡Ah! Un último consejo: no nos hagas ni caso, si no quieres. Echa un vistazo, escucha, lee, aprende y, por supuesto, prueba. Porque el corte perfecto es el que te guste a ti. Ni más, ni menos.
Quien conoza el tradicional beef pho vietnamita, sabe que el sabor es resultado de guisar sus ingredientes de 3 a 6 horas. Mucho tiempo sí, pero bastante relativo si pensamos en esta nueva rutina confinada, Aún así, en Bon appetit han pensado que es interesante tener una versión resumida de esta deliciosa sopa de ternera. Porque, estemos en casa o no, seguimos bastante liados, ¿verdad? El precio de la vida moderna.
Esta versión de sopa de ternera vietnamita nos llevará una hora y media, más o menos, pero no sacrifica demasiado el sabor del plato ya que cocina especias, cebolla, gengibre y, por supuesto, huesos y brisket de ternera.
Ingredientes (para 4 personas)
3 vainas de anís estrellado
canela en rama
2 clavos enteros
una cucharada de aceite vegetal, algo más para los noodles
2 cebollas medianas, peladas y cortadas por la mitad
un trozo de jengibre rallado
huesos de ternera (rabo de toro, tuétano, nudillos, cuello…) bien limpios
pecho de ternera. Si no lo conoces, es perfecto para caldos
una cucharada (o más) de salsa de pescado
unos 60 gramos de azúcar
sal
fideos de arroz
Algo de carne de primera, como solomillo
Cebolla y cebolleta en tiras, cilantro picado, albahaca, hojas de menta, chiles tailandeses, rodajas de limón
Pimienta negra recién molida.
Al lío:
En una olla a presión, tuesta el anís estrellado, la canela en rama y los clavos hasta que crujan ligeramente (más o menos dos minutos) Agrega aceite y reduce a fuego medio. Añade las cebollas, el jengibre hasta que se doren bien.
Añade una taza de agua y después los huesos, la carne, salsa de pescado, azúcar y sal. Vierte otras 6 tazas de agua, tapa la olla y cocínalo a alta presión durante una hora.
Mientras se prepara el caldo, coloca los fideos en un tazón grande y vierte agua fría. Déjalo unos 30 minutos y después escúrrelos para eliminar el exceso de almidón.
Congela el solomillo hasta que esté firme, unos 30 minutos, para que sea muy fácil cortarlo en tiras finas. Déjalo en la nevera hasta el momento de servirlo.
Abre la olla a presión y saca los huesos para colocarlo en un tazón grande. Echa agua fría para enfriar y evitar que se sequen. Haz lo mismo con el pecho de ternera. Con un colador, limpia el caldo y reserva la carne. Desgrásalo, prueba el caldo y sazona con más salsa de pescado o sal.
Cocina a fuego lento hasta que estén listos los fideos.
Truco de cocinero: vierte agua caliente en los tazones para templarlos antes de echar la cocina. Una vez listo, cubre cada tazón con la carne, las verduras y sazona con pimienta. Sirve el caldo caliente sobre la carne cruda para que se cocine levemente. Añade las hojas aromáticas, los chiles y las rodajas de limón y listo.
Por cierto, como todos los guisos, estará aún más rico si puede reposar durante una noche entera…
Si la barbacoa huele a verano, en esta nueva rutina que nos traemos entre manos huele a buen plan. Planazo, mejor dicho. ¿Cómo puedes conseguir que sea la tuya la que destaque? El secreto, como casi siempre, es ponerle un poco de cariño, elegir buena compañía y prestar un poco de atención a los detalles. A ver qué te parecen estos:
No sé si el tamaño importa. La calidad, desde luego, sí. Las protagonistas absolutas de tu menú son las brasas y lo que pongas encima, así que asegúrate de que sea bueno, muy. muy, muy bueno.
También es importante contar con las herramientas adecuadas. ¿Barbacoa o parrilla? La diferencia está en la tapa. Si puede cerrarse, es barbacoa. De no ser así, es parrilla. Las dos opciones son estupendas, pero la barbacoa es más versátil porque, gracias a la tapa puede convertirse en horno de brasa y también es posible ahumar los alimentos para conseguir un toque diferente.
Importante: barbacoa o parrilla, lo que quieras, pero limpia. Lo ideal es encender un buen fuego antes para eliminar todos los restos anteriores. Después puedes limpiarlo con un trapo mojado y listo. Si vas a cocinar carne y pescado, por ejemplo, es importante que pases de nuevo el trapo para eliminar mezclas de sabores.
¡Más madera! Leña o carbón vegetal, pero que sea de calidad para que asegure potencia calorífica.
Truco nivel sibarita premium: Es interesante preparar dos zonas de temperatura en la barbacoa para tener flexibilidad a la hora de cocinar, puesto que así dispones de un área para una cocción más suave y lenta o un lugar seguro por si se avivan las llamas.
Paciencia, la madre de la ciencia. Antes y después. Primero, atempera, esto sí que es clave. Y espera un poquito después, para no quemarte y para dejar que los jugos se repartan bien.
No nos cansamos de decir que el punto de la carne perfecto es el que te guste a ti, ni más ni menos. Pero, por si quieres probarlo, te dejamos un truco que suele funcionar: espera tantos minutos como centímetros de grosor tenga la pieza. Si mide tres centímetros de ancho, tres minutos vuelta y vuelta por cada lado. Ya nos contarás.
La salsa es un buen acompañamiento en el plato, pero también puedes pintar la carne con diversos preparados para que se terminen de caramelizar en la parrilla. Puedes comprarla o hacerla tú mismo (eso siempre será más sano). Investiga hasta probar con la opción que más te guste a ti. Aprovecha que puedes jugar con trozos pequeños de carne
¿Qué pieza comprar? Solomillo, lomo, churrasco… la opción es muy, muy variada, echa un vistazo a nuestro despiece, que seguro que te da alguna buena idea. Y cotillea las recetas también, que puedes marinar la carne y hacerla en pinchos, hamburguesas , sandwiches o bocadillos. En muchas ocasiones, en la variedad está el gusto.
Seguro que nos hemos dejado algo, ¿que añadirías tú?
Nos encanta celebrar cuando toca. Y cuando no, también. Ya os lo hemos dicho mil veces. Por eso, si mañana es San Valentín y vamos a festejar que nos queremos, hoy nos sumamos al Día del Soltero. Porque sí. Porque es jueves y nos apetece. ¿Y cómo vamos a hacerlo? Con un buen homenaje: con un solomillo de ternera rico, rico.
Vamos a ir a ver a nuestro carnicero de confianza (ya sabéis, hastag #comerciolocal) y pedirle la pieza más especial que tenga, preguntarle cómo cocinarlo y, por si acaso, comentarle qué le parecen estos consejos:
Atempera bien la carne. No puede estar fría, así que deja que repose un rato fuera de la nevera.
Utiliza aceite de oliva de calidad. Y espera a que esté bien caliente, pero bien caliente, para echar la carne a la sartén o plancha.
Como en la vida, no marees. No des vuelta y vuelta al solomillo, espera el tiempo necesario para cada lado. Te contamos un truco que suele funcionar: aguanta tantos minutos como centímetros de grosor tenga la pieza. Si mide dos centímetros de ancho, dos minutos vuelta y vuelta por cada lado.
Respecto a la sal…eterna polémica. A mi me gusta salar la carne nada más sacarla de la plancha, pero a quien prefiere antes o durante. Prueba las tres formas, y elige la que más te guste a ti.
Cada maestrillo, tiene su librillo, ¿cuál es tu biblia? ¡Cuéntanos! Ah, y todo lo aplicado hoy, sirve también para mañana. Feliz San Valentín.
Sí, has leído bien. No es ninguna broma por los Santos Inocentes (no sé por qué, no me acaba de hacer gracia esta fiesta). Hoy vamos a ponernos el mantel de cocinillas peripuestos para preparar (a ver si puedes decirlo sin respirar) tartar de vacuno picante con corteza de fideos sobre colinabo frito con coulis de pepino y brotes. Toma ya. Todo siguiendo las órdenes de la revista Beef!, que siempre nos da muy buenas ideas.
Ingredientes para cuatro bolitas:
Tartar:
100 gr de filete de vacuno
1 jalapeño pequeño
1/2 cebolla roja pequeña
sal marina fina
4 hojas pequeñas de col puntiaguda
50 gr de fideos somen
1 CC de aceite de sésamo
10 ml de aceite de cacahuete para cocer
Coulis de pepino
75 gr de pepino
25 gr de yogur cremoso
1-2 CC de aceite de limón
pimienta negra recién molida
Colinabo
1/4 de colinabo
1 CC de mantequilla
Vinagreta
1CC de aceite de sésamo oscuro
1 CC de vinagre de arroz
1 CC de salsa de soja japonesa
1/2 CC de salsa hoisin
1/2 cc de pasta de miso
Además, d CS de hojas de brotes de hoja ancha (como Borage Cress)
Al lío:
Cortar en dados pequeños el filete de vacuno refrigerado. Partir el jalapeño de dos a lo largo, despepitar y cortar en dados pequeños. Pelar la cebolla y cortar también en dados pequeños. Mezclar todo y salar.
Escaldar la col puntiaguda en agua salada hirviendo, después lavar con agua helada y secar minuciosamente. Colocar las hojas de col respectivamente en un trozo apropiado de film transparente. Poner en cima el tartar, Con ayuda del film, hacer bolsa con las hojas y enrollar firmemente. Almacenar brevemente en un lugar frío.
Cocer los fideos en agua salada hirviendo hasta que estén al dente, después lavar con agua fría y dejar escurrir. Mezclar los fideos y 1CC de aceite de sésamo. Cortar 4 cuadrados del film transparente (cada uno de 20 cm de lado aprox) extender en una superficie de trabajo. Cubrir de forma homogénea con los fideos. Cubrir cada uno con otro trozo de film. Pasar un rodillo de cocina por encima, presionar y alisar. Después retirar el film superior.
Separar del film las bolitas de tartar enrolladas, recortar las hojas que sobresalgan. Colocar las bolitas sobre los platos de fideos. Enrollar firmemente las bolitas con ayuda del film en los platos de fideos. Refrigerar aproximadamente 4 horas.
Pelar el pepino y despepitar, cortar en dados y triturar fino con la batidora junto con el yogur y el aceite de limón. Salpimentar el puré. Pelar el colinabo y cortar en rodajas muy finas con ayuda de una mandolina de verduras o un cortador de fiambre., Recortar las rodajas para que queden redondas, (aprox 4 cm) en caso necesario. Calentar mantequilla en una sartén, freír el colinabo por ambos lados 1-2 minutos hasta que quede de color tostado claro. Mezclar los ingredientes para la vinagreta, condimentar con sal y pimienta.
Antes de servir, calentar el aceite de cacahuete en una sartén a 175 grados. Freír las bolitas de tartar hasta que queden crujientes. Escurrir en papel de cocina. En caso necesario, dividir las bolitas por la mitad, servir con las hojas de brotes y las rodajas de colinabo. Rociar por encima la vinagreta. Batir el coulis de pepino de nuevo con la batidora y servir.
Con un nombre tan marcial, este plato no puede pasar desapercibido. Por eso el solomillo Wellington es el rey de las celebraciones. Como dice El invitado de invierno, donde hemos encontrado esta receta, quizás este plato pueda ser uno de los protagonistas de la comida viejuna navideña de El Comidista, » pero dejaréis a los comensales con la boca abierta. Y luego se la rellenáis con solomillo». Muy fan de esta chica.
Casi todas las tiendas y ciudades ya han encendido su particular feria de las Navidades. Poco a poco las iremos planificando nosotros para que, como pasa todos los años, intentemos que no nos pille el toro. Ya veremos qué pasa, porque las prisas y las compras de última hora son otro clásico de cada Navidad. Para ir abriendo boca, os recordamos la última de nuestras recetas del mes de 2019: solomillo de vaca con verduritas, que ha quedado tan bonito gracias al trabajo de Miguel, de Infinite Cooking. El secreto, además de elegir un solomillo de calidad, es trabajar cada verdura como ésta lo necesita.
Tienes la receta en el link de instagram pero, por si acaso, te la resumimos aquí también.
Ingredientes:
1 medallón de solomillo de vaca (está casi entre la parte del tournedo y chateaubriand)
Zanahorias baby
Tomate cherry
Champiñones
Espárragos trigueros
Brócoli
Cebolla francesa
Salsa de soja
Aceite de oliva virgen extra
Sal fina y sal gorda para el solomillo
Al lío:
Como hemos dicho, preparamos cada verdura como ésta necesita:
Asar las zanahorias baby junto con la cebolla francesa.
En otra bandeja los tomates cherry ya que sueltan agua y no interesa para las zanahorias.
Asamos todo durante 30 minutos a 200, añadiendo sal fina y aceite de oliva al gusto.
Salteamos el brócoli, los trigueros y los champiñones en sartenes diferentes con aceite de oliva y sal fina.
Ahora calentamos durante 15/20 minutos la salsa de soja en un cazo, y podemos añadirle un poco de azúcar para que espese y reduzca mejor.
En una plancha añadimos el solomillo previamente salado con sal gorda y untado de aceite de oliva virgen extra. Ojo, atempera la carne y calienta bien, pero muy bien la plancha antes de echarlo.
Estamos a punto de comenzar la temporada de invierno con todas sus consecuencias: sus frutas, sus verduras y, por supuesto, sus comidas más copiosas. Seguro que salimos menos de cañas y terraceo pero, ¿y todo lo que nos vamos a juntar a comer en casa de aquí a mayo? Home cooking, lo llaman en inglés. Saber disfrutar, en castellano. Y para hacerlo sin remordimientos, nada mejor que saber comprar, saber cocinar y buscar recetas que sepan combinar el sabor y el valor nutricional, como estas brochetas de ternera con salsa de rábano que, además, está de temporada. Atrapada en mi cocina (no me extraña, si prepara comidas tan ricas como ésta) lo explica a la perfección y, de regalo, marida la receta con un vino rico, rico.
No sé tú, yo con ir a ver a mi carnicero de confianza, pasar un rato en el mercado e irme tan contenta a casa a preparar estas brochetas de ternera con salsa de rábano… ya tengo el fin de semana más que bien ocupado.
Los que somos de campo sentimos pasar las estaciones cuando damos un paseo. Dos de las épocas más populares son las de setas y la de moras, y estamos entrando de lleno en la de frutos rojos. Por eso soydetemporada nos recuerda que tenemos que aprovechar ahora para recoger frambuesas y moras, disfrutarlas en el momento, guardar unas pocas para hacer mermelada y otras para preparar la salsa definitiva de frambuesas, moras y otros frutos rojos para carne, de ternera, claro está, que hemos encontrado en Directo al Paladar.
Esta receta, además de ser de temporada, es muy práctica porque se puede preparar con antelación e incluso congelar. Un punto a favor para los seguidores del batch cooking. Y para todos los que quieren comer rico, tienen poco tiempo, cocinan una tarde y no saben que eso tiene un nombre en inglés (como casi todo).
La manzana es la reina del otoño, por eso teníamos que elegir una #recetadetemporada a su altura. Y de la ternera, el solomillo es el rey: nos declaramos plebeyos de este plato de solomillo de ternera con manzana que hemos encontrado en la web de Gallina Blanca.
El solomillo de ternera está delicioso solo o acompañado, pero a veces nos apetece darle un toque original. Esta manzana y su salsa de oporto abren boca al otoño de la mejor forma posible, ¿no crees? Sigue leyendo y descubre los pasos a seguir porque, ya verás, la receta no es tan complicada y el resultado es espectacular. Ya nos contarás.
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