Aprovechando que mañana es fiesta y que estamos en temporada de setas (algunas han salido, aunque si sigue sin llover…) vamos a matar dos pájaros de un tiro y cocinar unas contundentes costillas de ternera con níscalos confitados con aceite de oliva virgen. Las ponemos prontito por la mañana, nos damos un paseo, tomamos el vermú o lo que más nos apetezca, y cuando lleguemos a casas tendremos una comida completa esperando.
Desde Directo al Paladar nos recomiendan maridarla con un buen vino tinto y una siesta. Imprescindible. ¿Qué más podemos hacer en un festivo en mitad de la semana?