No podía faltar la receta de rabo de toro casero en nuestro calendario 2020 dedicado al cuchareo, a los guisos de carne perfectos para acompañar con una hogaza de pan. En esta ocasión es Patty’s cake la protagonista de nuestra receta del mes ya que, además de regalarnos una deliciosa receta de rabo de toro casero, nos desgrana anécdotas sobre el origen (y otras curiosidades) de este plato tan taurino y rico. Merece la pena echarlo un vistazo, que estas cosillas siempre alegran la mesa, ¿verdad?
Tanto Patty’s cake como el rabo de toro (o de ternera) ya han sido protagonistas de otras recetas del mes. De verdad, hacednos un poco de caso… esta categoría no tiene desperdicio, ¿o esta receta no es un buen ejemplo de ello?
Para la gente de mi generación, el cocido es como Espinete: una magdalena capaz de evocar sensaciones muy similares. A mi me huele a familia, frío, siesta… y ahora que ya somos nosotros a los que nos toca cocinarlo, a tiempo para hacerlo, añadiría. Pero esos son otros detalles, a lo que sí que huele es a sábado, a fresquito y a vermut, ¿verdad? No me enredo más, que se nos escapa noviembre sin preparar la receta del mes.
Ingredientes:
500 gr de carne de morcillo de ternera
1 punta de jamón
300 gr. de panceta o tocino
1 hueso de espinazo de cerdo
1 hueso de rodilla de ternera
1 morcilla
3 chorizos de guisar
1 carcasa de pollo
2 muslos y contramuslos de gallina
250 gr de garbanzos
4 patatas
3 zanahorias
1 repollo
1 cebolla
1/4 de repollo o col
fideos al gusto
Sal
Al lío:
Como siempre que cocinamos garbanzos, tenemos que ponerles en remojo la noche anterior con abundante agua fría. Que no se nos olvide que, sin garbanzos, no hay cocido.
Comenzamos a preparar los huesos. En una olla pon agua a cocer y mete el hueso del jamón cuando el agua comience a hervir durante unos 5 minutos. Sácalo y límpialo bien con agua fría.
Escurre bien los garbanzos y mételos en una red para legumbres. Esto no es imprescindible, pero te ahorrará estar rebuscando los garbanzos en el caldo. Ponlos en una olla (tú decides si lo haces con olla rápida o normal, todo dependerá del tiempo que tengas) junto con todas las carnes y huesos. Con ganas, que si hay carne, hay alegría. Cúbrelo con agua fría y pon el fuego fuerte. Cuando comience a hervir el agua, baja un poco el fuego y que siga borboteando unos 10 minutos más mientras espumas el caldo. Deja que se cocine todo (tienes que comprobar que los garbanzos quedan tiernos) y sigue espumando el caldo, que quede lo más limpito posible. Tienes que estar también muy atento para que siempre tenga agua, no te distraigas y la líes. Abre la tapa y remuévelo de vez en cuando, olfateando un poco, que son esos gestos las que nos hacen sentir un poco cocinillas a los que no tenemos ni idea.
Ahora vamos con las verduras. Pela las zanahorias, las patatas, la cebolla la col (procura que siga todo unido a la parte central para que no se deshaga), échalo todo en una olla y cuécelo. Ya sabes, cuando hierva el agua, baja el fuego, tapa la olla y deja que se cocine hasta que las verduras queden tiernas. Añádelo al cocido. Haz lo mismo con el chorizo, para que suelte toda la grasa sin añadirse al guiso final.
Como casi todos los guisos, el cocido también está más rico reposado, al día siguiente. Además, esto te permitirá quitar la grasa que se queda en la superficie al enfriarse. ¿Qué conseguimos así? Además de quitar calorías, que la digestión sea un poquito más ligera. Y no restar nada de sabor.
Ahora viene lo bonito: reserva las verduras, la carne, los huesos y los garbanzos, prepara el caldo con los fideos.. y qué aproveche.
¡Ah! Seguro que te sobra caldo, así que congélalo pensando en esas cenas rápidas de invierno. No hay excusas para no comer bien. Y nada, repito, nada, se tira.
Creemos necesario, pero de verdad, reivindicar el valor de la casquería, un producto ampliamente consumido en otros tiempos que hoy sentimos un poco denostado, ¿estamos tontos? Cierto es que no es necesario (posible, diría yo) llegar al nivel que ha alcanzado Javi Estevez en La Tasquería (IM-PRES-CIN-DI-BLE), pero todos podemos lucirnos y comer bien preparando casquería. Ale, y todo este rollo para presentaros la receta del mes de septiembre: lengua de ternera.
Ingredientes:
1 lengua de ternera
200 gr. de guisantes
2 puerros
1 cebolla
1 tomate
1 pimiento verde
1/2 pimiento rojo
3 zanahorias
3 dientes de ajo
1 botella de vino blanco (o tinto, si te gusta mas)
Agua
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Una rama de tomillo
Una rama de romero
1 hoja de laurel
Perejil
Al lío:
Como siempre decimos, es imprescindible tener un carnicero, pescadero y frutero de confianza. Vamos, alguien que te asesore y te suministre buen producto fresco. Así puedes pedirle que te de la lengua lo más limpia posible y ahorrarte trabajo. Aún así, si te ha tocado o quieres hacerlo tú, tienes que limpiarla bien y ponerla en una olla con agua (que la cubra bien). Yo haría esto en olla rápida, para no tardar tanto.
Una vez que la lengua se enfríe, toca limpiarla bien, retirar cualquier venita que haya quedado y pelarla. Este proceso es laborioso pero imprescindible.
Es el turno de las verduras: pica todo bien y ponlo a pochar en la olla con un chorrito de aceite. Sazona bien. Añade el vino, la lengua y observa a ver si la receta te pide agua. Tápalo y guísalo durante 50 minutos en la olla rápida, o dos horas en una cazuela normal.
Déjalo enfriar y, cuando la lengua esté lista, córtala en rodajas y pasa la salsa por un pasapurés. Caliéntalo junto durante unos cinco minutos para que se mezclen bien los sabores, emplata, busca una buena hogaza de pan… y qué aproveche.
Seguro que te ha gustado esta receta, ¿verdad? Pues tienes muchas más en el apartado receta del mes de este blog y puedes ver todas las que preparamos para este año en nuestro calendario.
¿Una receta de cerdo en nuestro blog? ¡Herejía! Pero es que Macu, de Tengo un horno y sé cómo usarlo, lo cuenta tan bien y nos da unos consejos tan prácticos, que no hemos podido evitar quedarnos con la técnica y cambiar las carrilleras de cerdo por unas deliciosas carilleras de ternera al vino tinto.
Nos encanta el resultado, ¿habéis visto las fotos? Nos gusta mucho cambiar la típica guarnición de patatas por un puré que le aporta una suavidad y textura muy diferente. Y nos vuelve locos su manera de entender la cocina, un espacio donde todo es posible. La olla a presión no es más que otra forma de cocinar, nada de herejías (como la que inicia esta entrada). Porque no siempre tenemos horas para cocinar, porque casi siempre la vida nos atropella y porque comer bien es una inversión de dinero,sí, pero sobre todo de tiempo. Así que todo lo que aporte, ¡será bienvenido!
Tan bienvenido como las ideas de cocina que tenemos cada mes en nuestras #recetasdelmes.
Además de nutrir, la gastronomía es una muestra de la cultura y la historia de una sociedad que se transmite de forma informal de generación en generación. Si rascas un poco, encuentras platos tradicionales que dicen mucho de la forma de vida del pueblo que lo cocina. Este es el caso del potjiekos, que significa comida de olla pequeña, es un plato tradicional africano pensado para prepararse y consumirse al aire libre. Se prepara en una peculiar olla redonda, pequeña, con tres patas denominada potjie, de ahí su nombre.
Ingredientes:
1,5 kg de carne de ternera para estofar
Aceite, sal y pimienta
2 cebollas
750 ml de caldo de carne
250 ml de vino tinto
500 g de zanahorias pequeñas
250 g de champiñones
6 patatas peladas
Sal
Pimienta
Al lío:
Al igual que para cocinar la paella se necesita una paellera, para hacer un potjiekos es necesario un potjie. Si la globalización no ha llegado a tu pueblo, lo intentaremos con una olla… aunque el resultado no sea igual, lo intentaremos. Corta la carne de ternera en dados, sazónalo con sal y pimienta y cocina a fuego medio hasta que se dore. Reserva la carne de ternera.
Sigue usando la olla para saltear las cebollas hasta que se queden blanditas. Añade la carne de nuevo, el vino y suficiente caldo como para cubrirlo todo. Salpiméntalo y cocínalo a fuego lento durante una hora. Echa ahora las zanahorias, los champiñones y las patatas y déjalo otra media hora. Si el guiso lo pide, añade más agua.
Tras unos 40 minutos, añade los champiñones y zanahorias. Añade más agua y deja que siga hirviendo. Cuando veas que está a tu gusto, para el fuego y, una de dos, o lo acompañas de arroz y te lo comes, o lo dejas para mañana, que estará más rico.
Uno de los detalles que más nos gusta de este guiso es que, según los sudafricanos, no hay que remover los ingredientes. Los guisos son como las personas, no les sienta bien que los mareen.
Tradicionalmente, octubre es mes de ojear revistas de moda para ver las tendencias de otoño, ir comprando algún abrigo y sacar los jerséis más finos del armario para esas mañanas fresquitas. Parece que este ritual se retrasa cada año, pero me resisto a no empezar a cocinar ya esas carnes guisadas con salsas contundentes donde mojar un rico pan. Y viendo esta foto de ternera guisada con patatas al horno de @Itthefood, The Food Lover, vosotros entenderéis por qué. Esta es, con mucho derecho, nuestra receta del mes.
La ternera guisada es uno de los platos más versátiles de nuestra gastronomía por varios detalles: cada corte de ternera aporta diferentes propiedades tanto de sabor como de textura al guiso; la carne se puede acompañar con múltiples ingredientes y, además, es una receta muy reutilizable, verdadera cocina de aprovechamiento.
Julio, mes de parrillas y barbacoas. 4 de julio, la fiesta nacional estadounidense. Julio, mes de vacaciones y, por estos y otros motivos, con la hamburguesa de ternera como protagonista de nuestra receta del mes. Sencilla pero aparente. Deliciosa y nutritiva. Bien acompañada no tiene por qué ser pesada ni calórica (como nos pasa a todos). La cena del verano hoy está fotografiada por @Itthefood, The food lover, una cuenta de instagram tan resolutiva como una buena hamburguesa de carne de ternera.
El orden y la organización en la cocina son una de las tendencias más fuertes en las redes sociales. Batch cooking, se llama. Como defensores de cualquier idea que haga que cocinemos más y, por tanto, que comamos mejor, apoyamos el batch cooking, pero reivindicamos a las pioneras, las amas de casa que sabían qué comprar, dónde y cuándo hacerlo, cómo cocinarlo y, sobre todo, cómo aprovecharlo. De ahí surgen deliciosas recetas como las croquetas, tortillas, guisos y esta empanada de carne de ternera que nos enseña Patty’s cake, que es nuestra receta del mes de mayo.
Arremángate y ponte manos a la masa para sorprenderte con el sabor de esta receta, perfecta para tener la cena lista un día de mucho lío o de parque hasta tarde, ahora que la luz solar nos regala horas útiles. Una empanada, ensalada, algo de fruta y tienes una comida nutritiva, deliciosa, fácil y perfecta para niños y mayores.
Cuando abril abrilea, bien luce la primavera. Sale marzo y entra abril, nubecitas a llorar y campitos a reír. En abril aguas mil, pero eso sí, llueva o truene, a la feria se viene. Abril es mes de refranes y de Feria, así que en homenaje a la fiesta más famosa de la capital andaluza, Luisa Morón nos ha prestado su receta de rabo de toro. Un plato para hacer despacito, en casa, disfrutando del aroma de la buena cocina y (en serio) aprovechar para hacer alguna tareilla más. Sí porque, aunque no lo creas, este tipo de recetas aparentemente elaboradas sólo tienen un secreto: no ser impaciente con su cocción y respetar sus tiempos sin estar pendiente de la cazuela. Y comprar ingredientes de calidad, por supuesto.
Luisa Morón prepara este guiso con rabo o aguja de ternera. Lo hagas como lo hagas, estamos seguros de que va a resultar delicioso. ¡Ah! Y por si acaso necesitas alguna idea más sobre cómo cocinar el rabo de toro, aquí tienes nuestro historial.
Olvidémonos de la cuesta de enero y de las dietas. Enero es el mes de estrenar año, los regalos de los Reyes Magos y, por qué no, las recetas que hayan triunfado estas fiestas. Por eso elegimos esta receta de pincho de carrillera de ternera cedida por Miguel Fontán, conocido en Instagram como Infinite Cooking, para estrenar nuestro calendario de recetas 2019, un calendario con protagonizado por un buen propósito: que no nos olvidemos que hay que celebrar nuestros pequeños logros cada día, no sólo en Navidad.
Celebremos ese trabajo que nos ha salido bien, cumpleaños, aniversarios y que hemos terminado con algo que no era para nosotros. Lo que sea, pero celebremos durante todo 2019 que lo importante, sigue siendo lo importante. ¿Y cómo lo haremos nosotros? Reuniéndonos con nuestra familia y amigos alrededor de una mesa protagonizada por la carne de vacuno, regada con buen vino y finalizada con un gran postre.
En cuanto termine el empacho navideño, así lo haremos. Este mes empezaremos pues con esta receta de pincho de carrillera de ternera. El mes que viene, compartiremos el siguiente plato en este blog para volver a daros una excusa para cocinar, juntarse y celebrar.
1. Limpiamos la carrillera y con los despojos haremos el caldo. Los doramos bien y añadimos agua. Cocemos 40 minutos a fuego medio.
2. En aceite de oliva, sellamos la carrillera y reservamos. Rehogamos en el mismo aceite las verduras en mirepoix, añadimos al carrillera y el brandy. Dejamos reducir, añadimos vino tinto y el caldo (un cazo aproximadamente), previamente colado, hasta cubrir la carrillera.
3. Añadimos sal y pimienta y dejamos cocer a fuego bajo durante 3/4 horas, hasta que estén tiernas.
4. Trituramos y colamos la salsa. Reservamos. Deshilachamos la carrillera y la distribuímos en moldes rectangulares, enfriamos y llevamos a nevera; la propia grasa de la carrillera hará que coagule.
5. En un vaso de batidora añadimos el huevo y el aceite, batimos sin despegar la batidora al suelo hasta que ligue. Añadimos el zumo de limón, el ajo y la sal. Reservamos en un biberón.
6. Rebozamos la carne en harina, huevo y pan rallado. Freímos en aceite de oliva abundante hasta que dore ligeramente.
7. Añadimos la salsa, luego la carne frita y la mahonesa encima. Cortamos el cebollino transversalmente a la mitad y luego cortamos otra vez esa mitad, y lo añadimos encima.
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