Paciencia y buenos alimentos

La Navidad no son luces, compras y borracheras. La Navidad es un estado de ánimo que podemos mantener todo el año

¿No sabes si vas a volver a casa?
Entonces te toca hacer que el producto y al aroma te lleve hasta allí. Pregunta a tu madre por los secretos de esa receta, la única. Y pasa una tarde con ella preparándola con la ayuda de Zoom, Facetime, whatsapp o la aplicación que uses tú (y que le hayas enseñado a ella)

¿Ellos no pueden venir? 
Habla con tu carnicero de confianza y prepara un regalo protagonista para la cena. Faltarás tú, por supuesto, pero ellos lo agradecerán.

¿Seremos pocos?
Pero comeremos bien, cuidando cada detalle, cada receta, para que la cena sea especial. 

¿Este año no van a ser las Navidades de siempre?
Trabajemos para que el año que viene, lo sean.
Hoy, defendamos lo que podemos controlar, que no es mucho, pero aún podemos elegir qué compartir en nuestra mesa. 

Con todo, este año celebrar, como podamos, la Navidad será nuestra victoria.

Paciencia, pues, y buenos alimentos.

Tus regalos, en el comercio local

Hoy no vamos a recordaros (guiño, guiño) la importancia de comprar en el comercio local, porque ya sabéis que esos impuestos se quedan en España, igual que los puestos de trabajo o el consumo que posteriormente harán los propietarios y empleados de esa tienda. Eso está muy claro. Hoy sólo vamos a intentar dar algún motivo para trabajarnos los regalos de esta Navidad porque, aunque seamos pocos, aunque festejemos menos, celebrar estas fiestas será nuestra victoria sobre 2020.

  • Hazlo especial. En tu ciudad no lo tienes todo, como sí que pasa en internet. Por eso vas a tener que trabajarte un poco más el regalo. Pero, piénsalo, si compras en casa estarás haciendo un doble regalo, porque un comercio abierto, un empleo, repercute en todos.
  • Con las pocas oportunidades que hay para salir de casa y hablar con gente diferente, ¿por qué desaprovechas esta? Sal, pasea, entra en tienda, pregunta. Sabes que el pequeño comercio destaca por su atención personalizada. Utilízalo.
  • ¿Y si compras un regalo solidario? Acércate a las ONG y asociaciones de tu ciudad, seguro que tienen regalos benéficos.
  • Otra idea es regalar servicios locales, como un tratamiento de peluquería o estética, unas clases de música, punto o cualquier otra afición, un entrenamiento personalizado, una sesión de fotos… las ideas son infinitas.
  • Te parecerá una locura, pero para nosotros es un regalazo. ¿Y si regalas un solomillo, un T-bone o cualquier otro corte de ternera? Pregunta a tu carnicero, que seguro que te prepara un lote especial envasado al vacío para que se conserve bien, lo envía a la otra punta de España o te prepara una tabla chula. No se me ocurre un mejor regalo para el año en el que una pandemia mundial no enseñó qué es urgente, importante o imprescindible.
  • Y si aún así no encuentras el regalo perfecto, entra en internet y escribe directamente a esa pequeña tienda. Lo agradecerá.

¿Hablamos de envases sostenibles?

¿Envases sostenibles? Los que no existen o se puede compostar, como una cáscara de plátano. Aún así, estamos tan locos que también lo envolvemos en plástico.

¿Alternativas de envases sostenibles? Los que se pueden reutilizar: tuppers, bolsas y similares.

¿Qué tampoco es posible? Recicla.

Además del continente, importa el contenido, así que piensa bien qué vas a consumir y cómo antes de comprar. Desperdiciar comida es la manera más absurda (y triste) de contribuir a la enorme generación de residuos de este loco mundo.

Más reflexiones en cuarentena

Asumida la duración y la dureza de la cuarentena, seguimos buscando en las pequeñas acciones la forma de ser y sentirnos útiles. Porque si una cosa estamos aprendiendo, es que de esta tenemos que salir unidos (globalmente) unidos. ¿Cómo? Quien lo sepa, que tire la primera piedra. Nosotros, de momento, seguimos observando. Aquí van algunas de las cosas que hemos visto, nos encantaría saber qué ves tú:

  • Pequeño comercio. Pequeño, pero matón, como decimos siempre. Ese que se ha puesto las pilas de verdad, el que te lleva la compra a casa, la prepara para que la recojas y, sobre todo, sigue abierto al pie del cañón. Ese en el que quiero seguir comprando cuando todo esto pase.
  • Soberanía alimentaria. Sabemos que la mayor parte de la producción está fuera del país, cosas de la globalización. No entramos a juzgarlo, que nosotros también exportamos, y mucho, pero sí que nos hace pensar qué hubiera pasado si la producción alimentaria hubiera seguido el mismo camino…
  • Jerarquía de valores. Dicen que es en el momento en el que nos damos cuenta lo débiles que somos, cuando salen a la luz los valores imprescindibles. Tampoco hacía falta aprenderlo de esta manera, pero vamos, que nos está quedando claro.
  • … y de cosas. Una vez claros los valores, aparecen las necesidades materiales. Para uno serán las cosas útiles, otros necesitarán que también sean bellas, no lo sé Lo que sí que queda claro es qué estamos utilizando ahora y qué no.
  • Consume en consecuencia, por lo tanto. Pase lo que pase, que no se nos olvide el poder de decisión que tiene cada euro que gastamos.
  • Estrategia colectiva. O salimos todos, o no salimos. Esta vez es así. Nunca antes el mundo había sufrido una crisis global de demanda provocada, prácticamente, a la vez. Por eso es necesario un cambio de estrategia del que todos, en mayor y menor medida, somos responsables.
  • Ciencia, ciencia y ciencia. Necesitamos ciencia dotada de recursos ¿hace falta explicar por qué?
  • Insistimos, come bien. Cada uno a lo suyo, y nosotros estamos poniendo todo de nuestra parte para que puedas consumir carne de ternera de calidad. Hacer la compra, planificarla, conservarla y cocinarla lo dejamos de tu mano pero, insistimos, ¡cuídate comiendo bien!

Cómo conservar la carne en casa

Ahora que ya sabemos cómo hacer la compra para no ponernos (ni poner a nadie) en riesgo y hemos planificado con cuidado el menú semanal, es importante recordar cómo tenemos que conservar los alimentos con todas sus propiedades y reducir el desperdicio alimentario. Porque mira que es feo derrochar, pero cuando hablamos de comida, ¡es por demás!

Antes de nada, abre el congelador y saca todos esos bultos sospechosos a los que llamas comida. Comprueba lo que son y cuánto llevan guardados,piensa cómo vas a consumirlos y, a continuación, prepárate para comprar en consecuencia.

Ahora sí que te sirve esta infografía con cinco consejos básicos que pueden adaptarse a congeladores y neveras de mayor o menor tamaño. Nos encantaría saber si tú tienes alguno más. ¡Somos todo oídos!

  1. Importante: respeta todo lo que puedas la cadena de frío. Al restringir las salidas al mínimo imprescindible, tardamos más en hacer la compra, por lo que lo ideal es que compres los productos frescos los últimos y que sean los primeros que coloques en la nevera nada más llegar a casa.
  2. Sitio preferente: en el último estante de la nevera. El sitio no es caprichoso, lo elegimos porque, al estar más cerca del congelador, es el lugar más fresco de la nevera. Además, si hubiera alguna fuga de algún líquido, no caería sobre otros alimentos provocando una posible contaminación cruzada.
  3. Congela, y hazlo bien. Protege el alimento a congelar con un film transparente o papel albal, identifica el alimento y escribe la fecha de congelado. Recuerda que los alimentos congelados no deben consumirse pasados seis meses, así que aprovecha ahora que tienes tiempo para dar una vuelta al congelador y ver qué tesoros encuentras…
  4. Y descongela. Despacito. Saca el alimento a la nevera un día antes de consumirlo y, si lo necesita, deja que se atempere un rato previamente a cocinarlo. Aquí las prisas, para los ladrones y los malos toreros.
  5. Envasado. Habla con tu carnicero, seguro que puede envasar al vacío algunos alimentos, como la charcutería loncheada. En cuanto a los recipientes que utilices, cristal mejor que plástico pero, sobre todo, que el cierre sea hermético.

¿Cómo lo ves? ¿Nos hemos dejado algo? ¡Somos todo oídos!

Mini-hamburguesas de ternera con kétchup de kiwi

Foto: ¡H! Cocina

A veces nos da miedo (o pereza) utilizar frutas en los platos principales, perdiéndonos así el frescor y las propiedades que aporta. ¿Añadirías kiwis a una hamburguesa? Sí, sí, has oído bien: mini hamburguesa de ternera con ketchup de kiwi. Con esa misma cara que tienes tú ahora nos hemos quedado al leer la receta en la sección del Hola.

Nos encanta cambiar el ketchup de siempre por este aliño de kiwi, matamos así dos pájaros de un tiro porque, además de aportar variedad, también estamos consiguiendo una receta más sana (aprovecha, que ahora está de temporada). Y es que a veces la hamburguesa sufre una fama inmerecida, porque si pides a tu carnicero de confianza que te pique la pieza que quieras y buscas ingredientes frescos y de temporada para acompañarla, ¿qué puede salir mal?

Por si la gula te ha cegado y has comprado tanta carne que vas a repetir cena esta semana, te dejamos aquí otra selección de hamburguesas rica, rica.

Salsa de mora y frambuesa para carne de ternera

Foto: Directo al paladar

Los que somos de campo sentimos pasar las estaciones cuando damos un paseo. Dos de las épocas más populares son las de setas y la de moras, y estamos entrando de lleno en la de frutos rojos. Por eso soydetemporada nos recuerda que tenemos que aprovechar ahora para recoger frambuesas y moras, disfrutarlas en el momento, guardar unas pocas para hacer mermelada y otras para preparar la salsa definitiva de frambuesas, moras y otros frutos rojos para carne, de ternera, claro está, que hemos encontrado en Directo al Paladar.

Esta receta, además de ser de temporada, es muy práctica porque se puede preparar con antelación e incluso congelar. Un punto a favor para los seguidores del batch cooking. Y para todos los que quieren comer rico, tienen poco tiempo, cocinan una tarde y no saben que eso tiene un nombre en inglés (como casi todo).

Hamburguesa de ternera con remolacha

Las cosas de Cósima están muy bien porque ella busca recetas fáciles, divertidas y originales. Y chimpum, que no hace falta mucho más. ¡Ricas! Que ella no lo dice, pero también lo cumple. Y para muestra, esta hamburguesa de ternera con remolacha que, además de estar deliciosa, está de temporada.

También nos ha gustado eso de ir a ver a tu carnicero de confianza, elegir una pieza y pedirle que la pase un par de veces. Siempre que sea posible, es importante saber qué es lo que echamos en la sartén. Y para eso, el pequeño comercio no falla.

Ensalada de pasta con pastrami

¿Sin ideas para preparar el tupper para la oficina? Sigue leyendo, esta ensalada de pasta con pastrami te va a convencer.

Foto: Carne y Salud

Son muchos los que comen fuera de casa todos los días, por lo que planificar el contenido de la fiambrera es mucho más importante de lo que pensamos puesto que, además de cambiarnos el humor, un buen almuerzo nos va a proporcionar la energía necesaria para el resto del día. Carne y Salud nos deja algunas ideas en este post, del que nosotros destacamos esta receta de ensalada de pasta con pastrami. Un toque italiano perfecto para llevar a la oficina y, por qué no, para preparar un picnic ahora que llega el buen tiempo.

Ya os explicamos en su día qué es el pastrami, un embutido compuesto de carne de ternera de intenso sabor, perfecto para acompañar algo tan neutro como la pasta.

Ternera con guisantes y zanahorias

Foto: Directo al Paladar

 

Aprovechemos que es temporada de guisantes para preparar una de esas recetas tradicionales que, sin ser demasiado aparentes, se sigue preparando en muchas cocinas de España: carne de ternera guisada con guisantes y zanahorias. Esta es la versión de Directo al Paladar, que coincide con muchas en su sencillez, cariño por el producto y esos ricos dados de patatas fritas. Un buen pan de hogaza, añadiría yo, y poco más se necesita para disfrutar de una cena rica y casera, de esas que sólo se pueden acompañar de descanso en el sofá y punto.