Madre mías, esta foto sí que hace honor al famoso dicho de la imagen y las mil palabras, ¿verdad? No sé a ti, pero a mi se me hace la boca agua al ver dos de mis comidas favoritas juntas. La idea de hacer el arroz con chuletón es del chef Dani García y lo comparte el blog de La cocina es vida (gracias, gracias, gracias). Según nos explican el secreto está, como casi siempre, en usar ingredientes de calidad (aquí sabes dónde encontrarlos). Y en respetar dos pasos muy importantes:
Untar el arroz con la grasa que suelta el chuletón.
Esforzarse en el ahumado con un poco de romero.
Con esto, y un poco de labia, creo que este domingo dejaremos impresionado al más foodie de nuestros amigos, ¿verdad?
¿Crees que todo el mundo sabe hacer un filete de ternera a la plancha? Sí, por supuesto pero, ¿todo el mundo puede hacerlo rico, rico? Bueno, ahí ya no estoy tan de acuerdo… es cierto que no hace falta apellidarse Arguiñano o Berasategui para lograrlo, pero sí que hay que tener en cuenta algunos detalles que, como siempre, marcan la diferencia.
Muy, muy importante: calidad. Ya te lo contamos en esta entrada, pero volvemos a recordarte hoy que, sin producto de calidad es muy difícil conseguir un buen resultado. Así que, como siempre, pregunta a tu carnicero de confianza. Y, limpieza, por supuesto. Una cocina, con sus utensilios sucios… imagínate los olores y sabores que puede conseguir…
Para cocinar bien, la plancha siempre tiene que estar bien caliente, nada de medias tintas. Se pone la carne encima ¡y se deja! Tampoco marees dando mil vueltas. Cocinar a la plancha es una técnica fácil, ¡no la compliquemos! Y para dar esa vuelta, utiliza mejor una espátula o pinzas de cocina, no pinches el alimento para evitar que se escapen sus jugos.¿Cuánto tiempo? Ya sabes que depende de la pieza que vayas a preparar, pero a nosotros nos encanta el truco minuto-cm.
Para terminar, la sal ¿antes o después? Va a ser que esto de preparar filetes a la plancha no era tan sencillo, ¿verdad? Pues a probar y saborear, claro está. Eso sí, ¡muy caliente! Que es cuando está más rico.
¿Carne tierna o dura? Sí, pero con matices. El resultado siempre depende de la pieza y de la forma de prepararla. Puedes endurecer un solomillo o deshacer un morcillo como si fuera mantequilla. La clave está en conocer la pieza. ¿Por qué unas son más duras y otras más tiernas? Por lo que hace el animal con ella.
Al igual que nos pasa a nosotros, los terneros utilizan unos músculos mucho más que otros. Volvamos al solomillo puesto que quizás sea la pieza más icónica. ¿Dónde está localizado? Como ves en la foto que acompaña, está arriba, en la espalda, en una zona tranquilita que no trabaja demasiado. Por lo tanto, además de no trabajar demasiado, está cubierto por un colágeno fino y tierno que tampoco se mueve mucho. Sin embargo, el brazuelo, situado en la parte superior de las patas delanteras, trabaja sin descanso. Por eso, sus fibras son duras, más gruesas y cortas. ¿Quiere decir esto que no se puede comer? No, significa que aguanta cocciones muy largas, por lo que es una pieza de carne perfecta para preparar pucheros, cocidos, guisos y caldos.
Echa un vistazo a nuestro despiece, empápate bien y cotillea las recetas que te proponemos para cada pieza de carne de ternera. No me negarás que te damos ideas casi para cada día del año.
En alguna ocasión os hemos hablado del brisket de ternera pero, como todo en esta vida, hay tantas versiones de esta receta como cocineros la preparan. La clave de la receta de brisket que hemos encontrado en bon appétit es que va acompañado de hinojo y hierbas y, a diferencia de otras veces, utiliza el horno en su preparación.
Como siempre, el secreto principal es pedir una buena pieza a tu carnicero de confianza (cuéntale qué vas a hacer, que esta receta no es tan habitual) y una vez que has conseguido un producto de calidad, tienes que perder el miedo al riesgo, a la sal y a la pimienta para conseguir una textura ý sabor de, digamos, mantequilla potente.
Cocinar es fácil si te gusta hacerlo, como todo. Buscarás recetas nuevas, alimentos de temporada, formas más sanas de prepararlas y, sobre todo, tiempo para hacerlo. Si tú eres de esos, seguro que ya conoces todos estos trucos pera organizarte y comer rico y bien, si no es así, si buscas excusas, series y compromisos para no pisar por la cocina, esto te interesa. ¿Por qué? Porque, ay amigo, es imprescindible comer bien. IM-PRES-CIN-DI-BLE. Y porque, piénsalo bien, si te organizas no vas a invertir casi nada de tiempo en alimentarte, eso que te dará fuerzas para todo lo demás.
Venga, vamos a por esos secretillos que van a organizarnos para comer rico y bien.
Tus mejores amigos. Conocidos hay muchos, gente para bailar o tomarse una cerveza hay por todas partes pero, en estos tiempos de pandemia tan poco sociales, ¿quiénes son los básicos? ¿Quiénes son los que están siempre ahí? Pues en la cocina, también. Arroz, pasta, huevos, pisto, ensalada, patata, atún… esos que pueden componer, con un poquito de compañía, un plato completo. Una vez que sepas quiénes son, que no se te olvide tenerlos siempre a mano.
Compra bien. Con orden, sabiendo qué tienes y qué necesitas. Prepara dos listas de la compra: la inversa y la directa. La primera consiste en abrir la nevera y la despensa y ver qué falta. Apúntalo y, después, añade lo que necesitas. Ya tienes la segunda lista. Otra cosa, cada uno se organiza como quiera, no vamos a venir nosotros a decírtelo, pero aquí nos funciona el menú semanal, que no es otra cosa que planificar qué vas a comer y qué necesitas para prepararlo. Una vez que lo sabes, sólo tienes que comprarlo.
Cantidad y calidad. Si vas a preparar cremas, lentejas, albóndigas, salsas o cualquier otro guiso haz cantidad para comerlo otro día, congelarlo o conservarlo al baño María. Ya que manchas la cocina, que sea por una buena causa.
Aprovecha el 2×1. Y no sólo en el supermercado, también en casa. ¿Cómo? Muy sencillo, si enciendes el horno para preparar un pescado, aprovecha la bandeja de abajo para cocinar verduras que podrás aprovechar otro día como guarnición. Antes de que alcance el punto de calor adecuado, puedes tostar algunos frutos secos o semillas con los que dar un punto crujiente a una ensalada. Y termina con un bizcocho para desayunar (si ya aprovechas unos plátanos maduros que tengas por ahí, es de nota). ¿Qué vas a cocer pasta? Una vez que esté hirviendo el agua, cuece algún huevo cuando queden unos ocho minutos para terminar. Ya los tienes para una ensalada.
Conserva y ordena bien. Otro básico para que no se estropee nada. Guarda cada cosa en su sitio, que se vea bien y que esté a la temperatura adecuada. ¡Ah! Y coloca más a mano aquellos productos que se estropeen antes. Ya sabes, lo primero que ha entrado, es lo primero que sale. FIFO, que dirían los modernos.
Y ya sabes, hazlo aún más entretenido. Búscate un buen pinche, ponte música, un podcast o, simplemente, concéntrate en lo que estás haciendo, en sus texturas, olores y sabores. Mindfulness del bueno. Disfruta, come bien para nutrirte y sentirte bien. Ahorra, como hemos dicho al principio, ese tiempo para hacer lo que quieras hacer.
«Si es muy sencillo, pones la carne al fuego y listo»
Sí, sí, hartos estamos de escuchar cosas así, pero si en todos los grupos siempre hay alguien que se encarga de la parrilla… será porque es más dispuesto, por supuesto, y porque el resto sabemos que sabe lo que se trae entre manos. Porque liarla al preparar una barbacoa es tan fácil como hacerlo bien. Sólo tienes que evitar unos cuentos errores de libro, y visitar a tu carnicero de confianza, claro está.
Ya sabes que por el humo se sabe dónde está el fuego, pero no necesitamos que haya tanto que no vemos así que primer consejo básico: carbón y leña bien secos. Y hombre, siempre escuchamos eso de que las brasas de leña de encina dan un toque especial pero, o tenemos tiempo, o el resultado va a ser nefasto. Si no somos grandes expertos, el carbón puede ayudarnos a conseguir unas brasas más que decentes en poco tiempo. Y el paladar no lo notará demasiado.
Calidad, siempre calidad sobre cantidad, que no queremos que nadie se vaya rodando. Con 400 gramos de carne por persona tenemos más que suficiente. Es perfecto si todo es solomillo, pero si queremos que la barbacoa sea un poco más económica, podemos jugar con distintos cortes, como ya os hemos explicado en otra ocasión.
Las manos, y los cuchillos, bien limpios. Ojo con no lavar bien la ensalada, hacer salsas raras con huevo y no respetar las normas de higiene básica. Ahora todos nos lavamos las manos muchísimo, pero hay que tener cuidado también con tablas, cuchillos y trapos. Si no quieres llevarte un mal recuerdo, extrema las medidas higiénicas. Este es un buen consejo para no liarla al preparar una barbacoa, y para todo en la vida.
Que no se te olvide que la barbacoa empieza en la tienda. Por varios motivos: porque tu carnicero de confianza siempre te va a ofrecer calidad, porque te va a aconsejar y porque tienes que comprar bien y conservar mejor. Recupera este post donde te contamos cómo conservar la carne con más detalle.
Aquí lo dejamos, que no queremos ser pesados. Ya ves que son pocos, básicos pero graves errores fácilmente evitables. Y para no agobiarte, como dicen los gurús del internet, vamos a ponernos positivos visualizando el éxito con este post donde te recordamos también algunos trucos para que tu barbacoa sea memorable.
El año pasado os felicitamos la Navidad con un premonitorio deseo: para, respira y disfruta de lo que tienes alrededor, decíamos. Va a ser cierto que tienes que tener mucho cuidado con lo que deseas, no vaya a ser que se cumpla. ¡Y nunca quisimos parar así!
Después, comenzamos el año anunciando que 2020 iba a ser el año del producto de verdad. Este año nos vamos a quedar calladitos y simplemente os vamos a desear unas felices fiestas. Pero ahora quiero recuperar estos deseos puesto que parece que este verano va a ser el de los placeres tranquilos, el de los veranos de la infancia, esos largos días en los que el frescor de la mañana, el silencio de la siesta y los grillos por la noche marcaban el ritmo de la vida. Esos días sin reloj en los que las comidas las dicta el hambre. Y como va a ser lo más importante que hagamos, ¡tenemos que hacerlo bien!
La barbacoa o parrilla (ya hablamos de trucos y de que no es lo mismo) va a ser el plan por excelencia de este verano anormal, así que vamos a darle un poquito de variedad al asunto para que cada reunión sea como tiene que ser, irrepetible.
Para nosotros, no puede ser de otra forma, la carne de vacuno es la protagonista indiscutible de una celebración. En cualquiera de sus formas. Nos gustan los chuletones casi crudos y con poco acompañamiento, el lomo de vaca vieja y de buey y las hamburguesas, pero también cortes menos utilizados, y quizás más económicos, que también están muy, muy buenos. Ya sabes, a probar hasta decidir con qué nos quedamos.
Los argentinos que, de otra cosa no, pero de tango, fútbol y carne saben un rato (viva el topicazo) disfrutan de los siguientes cortes:
Tira de asado (el churrasco gallego). Si echas un vistazo a nuestro despiece, verás que se corresponde con el costillar, pero se presenta cortado de forma perpendicular a las costillas, formando tiras que tienen dentro unos cinco o seis huesos. Es una pieza considerada de menos calidad, por lo que es más barata, pero la presencia del hueso y la grasa le dan muy buen sabor al hacerlo a la parrilla. Aquí se cortan tiras de un centímetro de grosor, mientras que en Argentina puede llegar a los ocho. Es perfecta para servirse con salsa chimichurri. ¿Cómo lo hacemos? Muy sencillo, enfrentas los huesos a las brasas y vuelta y vuelta.
Picanha. Corte muy popular en Brasil y cada día más en España, donde lo llamamos tapilla. En Argentina se le denomina tapa de cuadril. Al ser un corte triangular cubierto por una capa de grasa, se recomienda asar la pieza entera y después ir fileteando al gusto de los comensales. Si el cocinero tiene maña, Este tipo de corte de la carne consigue los tres tipos de punto en la misma pieza: muy hecho, hecho y poco hecho.
Entraña. Yo diría que, junto con el churrasco, es el corte argentino más conocido y que ya puedes pedir sin problema en muchas carnicerías españolas. La entraña es el diafragma del animal. Para que nos entendamos, es la parte que se contrae cuando tenemos hipo. Aunque no lo parezca, es un tejido blando, auqnue la carne donde se agarra es dura porque está compuesta de tendones. Esta es la entraña gruesa, conviene diferenciarlas a la hora de cocinarlas, puesto que la gruesa, al ser más dura, tiene que hacerse durante más tiempo o sumergirse en alguna salsa. Ambas pueden hacerse a la plancha o a la parrilla.
Vacío. Otro corte argentino que también proviene de la falda. Está entre las costillas y los huecos de la cadera. Es una carne un poco más dura, pero está rodeada de dos capas de grasa que le dan un exquisito sabor en la parrilla. Cortado en porciones finas, es delicioso.
Palomita de paleta. En España se conoce como llana. Es un corte pequeño localizado entre las espaldilla, el brazuelo y el pez. Tiene forma rectangular y se cocina directamente sobre las brasas.
T-bone. Y terminamos con dos cortes bastante espectaculares, ambos norteamericanos. El T-Bone se llama así por la forma de T que dibuja el hueso al cortarse de forma transversal a las costillas. Por un lado se queda el entrecot y por el otro el solomillo. Después de esto, ¿qué más tenemos que explicar?
Y terminamos con el que,seguramente, sea el más espectacular: El Tomahawk. Simplemente es una chuleta de ternera a la que no hemos quitado el hueso de la costilla, manteniendo así una forma de hacha. Los indios americanos se defendían de los vaqueros con hachas, de ahí la denominación.
Tomate y carne de ternera, la mezcla no puede fallar. Además, es sencilla y ya que te pones a pelar tomates, puedes hacer cantidad para tomarlo fresquito cualquier otro día. Porque ya sabes que comer bien es cuestión de organización. Que nuestras madres lo hacen genial y no las hacemos ni caso, pero si en Instagram lo llaman batch cooking, nos apuntamos a un taller. Ya ves.
Hay recetas que resultan frescas sólo con leer los ingredientes: ¿cómo crees que estará la carne de ternera marinada con azúcar, salsa de pescado, aceite de sésamo, guindillas picadas, cebolleta picada fina, hierbabuena picada y zumo de lima? De momento, yo tengo ganas de probarlo. Si además le das un toque crujiente con arroz molido en crudo y tostado… ya tienes una perfecta ensalada oriental de ternera, lima y hierbabuena hecha, paso a paso, como indica PepeKitchen.
Está claro que nos encantaría probarla en Tailandia pero, de momento, si Mahoma no va a la montaña, tendremos que traerla hasta aquí. Y por si te apetece seguir probando recetas frescas con carne de ternera, te recordamos nuestra selección.
Aunque lo intentemos con fuerza, no somos tan especiales. Subimos fotos de nuestros pies en la playa en verano, comemos (y gastamos como locos en Navidad) y, por supuesto, seguimos gastando en las rebajas y nos ponemos a dieta en enero. Como siempre, lo asumimos. Y ya que vamos a hacerlo, hagámoslo bien. Porque esas dietas sosas en las que hay que pasar hambre y que abandonamos a los tres días, no sirven para nada, sólo para amargarnos. Así que volvemos a la carga con nuestro mantra: compra producto de calidad y cocínalo de forma consciente. Como ejemplo, esta receta de redondo de ternera vuelta y vuelta que hemos encontrado en con K de kilo.
Y nos ha gustado mucho, pero mucho, esta receta porque además de proponer un plato sencillo y protagonizado por productos fáciles de encontrar en cualquier despensa, plantea una forma sencilla de hacerlo. Si además, cambias la guarnición de patatas por una de verduras, consigues un plato nutricionalmente impecable. Échalo un vistazo, convéncete y corre a ver a tu carnicero de confianza, ya verás cómo le gusta que le cuentes lo que vas a preparar.
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