Me encantaría terminar tranquilamente de trabajar y pensar en lo que voy a cenar esa noche, ir al mercado a comprar todos los ingredientes y después, a mi ritmo, caminar tranquilamente a casa para cocinarlos y disfrutar de una cena tranquila, quizás con un vino… pero no, mi realidad (y me imagino que la de muchos) se transforma en carreras continuas para llegar derrapando a la nevera, abrirla y decir «¿qué hago yo ahora con esto?». Menos mal que siempre hay algunos ingredientes versátiles y recetas de fondo de armario imprescindibles para comer rico, bien y no morir en el intento. Ale, entra a ver cómo preparan los tacos de ternera los compañeros de Fans del Vacuno, que te va a encantar.
Te va a gustar a ti y a los pequeños, si los tienes por ahí cerca. Porque si sirves los ingredientes por separado, podrán jugar a preparar un taco de ternera como ellos quieran, personalizado y con lo que más les guste. Ya verás qué mayores se sienten eligiendo.
Y por si quieres repetirlo algún día más, aquí te dejamos alguna versión. Aunque ya sabes que el secreto del éxito de este tipo de recetas de aprovechamiento es su capacidad de adaptación. Resiliencia , que dicen ahora, jeje.
Nos sumamos a El Comidista: ¡reivindiquemos la receta de albóndigas de ternera! ¿O es que la carne picada en bolas no merece la estar en la misma categoría que la hecha filetes rusos? Cierto es que dan más trabajo pero, ¿y lo ricas que están en un día de frío? ¿Y lo fácil que es hacer mucha cantidad y congelarlo? ¿Y lo buenas que están al día siguiente? Venga, dejo de hacer preguntas retóricas para no hacerte perder tiempo y que leas ya esta receta de albóndigas mexicanas.
Poca broma con el tiempo, que parece que viene fuerte… así que además de volver a ponernos botas, abrigo y gorro, vamos a preparar una comida de las que calientan el alma. Sí, nos ponemos intensos porque la receta lo merece, de veras: Sopa de carne de ternera y verduras, todo bajo la batuta de la revista Elle.
Una receta la de esta sopa de las de toda la vida. Sencilla y contundente. Rica y sin más misterios que prepararla muchas veces hasta que se le coja el punto perfecto. Y,por supuesto, buscando siempre el producto fresco y de calidad.
Una vez pasada la época de excesos, es momento de recuperar la sencillez, que no simplicidad, en nuestras vidas. Fuera brillos, dentro luz. Cambiemos dulce por salado, y burbujas por agua. Eso sí, sin perder ni un ápice de buen vivir. Para eso, nada como recuperar recetas sencillas y, como no de temporada. Enero, aunque no te lo creas, es mes de aguacates, y no hay nada más rico y más verde que el guacamole que acompaña a estos tacos mexicanos de ternera de Directo al Paladar.
¡Ándale, ándale, que tienes una rica cena lista en menos de diez minutos!
Dice Tía Alia que sus recetas son tradicionales, pero con un twist. Aquí la gracia festiva la aporta la vainilla, que marida a la perfección con la textura gelatinosa de unas carrilleras de ternera. Carrilleras de ternera a la vainilla, pues. Ahí es nada.
¿Casquería como plato principal de las fiestas? Por supuesto, que para eso somos de Segovia, gente sin complejos. Además, si presentas la carrillera sobre un parmentier de patata bien bañadas en su propio jugo, la fiesta de sabores tan caramelizados no tendrá nada que envidiar a la bandeja de los turrones que se servirá después.
Uno de nuestros objetivos para estas fiestas es disfrutar de ellas. Sí, ni más ni menos, porque hay años que se nos han hecho muy largas y acabamos pidiendo la hora cuando llegan los Reyes Magos. Y eso no puede ser, así que este año vamos a organizarnos pensando bien qué y cómo vamos a preparar nuestros menús navideños para facilitarnos la vida. Por eso, los guisos van a ser la estrella de alguna cena, y uno de los candidatos es este estofado de carne de ternera con cerveza de El invitado de invierno.
¿Habéis visto que pinta? Pues comprobad paso a paso cómo luce y lo sencillo que es. Además, como todo buen guiso, está mucho más rico si se prepara con antelación. Y si sobra un poco, que no creo, es perfecto para ser utilizado en croquetas, empanadas y mil ideas más. Vamos, un diez de plato.
Navidad, Navidad, dulce Navidad… bueno, dulce, dulce, vamos a intentar comer algo más que turrón y polvorones estas fiestas. En mi casa es típico que la abuela prepare consomé, pero para darle un toque aún más navideño, este mes de diciembre os proponemos esta escudella con sopa de gallets catalana como receta del mes.
Ingredientes:
250 gr de carne picada de ternera
250 gr de carne picada de cerdo
1 carcasa de pollo
1 hueso de jamón
Pie de cerdo y espina de cerdo
Hueso de rodilla de ternera
150 gr de panceta
1 butifarra negra
1 butifarra blanca
90 gr de garbanzos
2 patatas
2 zanahorias
1 cebolla
1 puerro
1 apio
1 nabo
Col
1 cucharada de perejil picado
1 cucharada pequeña de ajo molido
Sal
Pan duro
Leche
Galets, cuanto más grandes, mejor.
Al lío:
Como siempre, que no se te olvide poner los garbanzos en remojo la noche anterior. Al día siguiente escúrrelos bien, y mételos en una malla para cocer legumbres. Prepara los huesos (hay que hervirlos al menos durante cinco minutos para que queden bien limpios) y pela las verduras (zanahoria, el apio, el puerro y el nabo) y córtalas. Haz lo propio con la cebolla y la col. Mientras preparas esto, deja el pan duro en remojo con leche para que se vaya ablandando.
Ahora coge una cazuela y echa todas las verduras y la carne menos las butifarras. Cúbrelo bien con agua y ponlo a cocer fuerte hasta que comience a hervir. En ese momento lo bajas a fuego medio y lo dejas cocinarse lentamente tapado, para que no pierda agua. Al igual que pasa con el cocido, con una espumadera tienes que ir espumando el caldo, que no es otra cosa que ir poco a poco quitando impurezas.
Cuando la carne este casi lista, añade los garbanzos y déjalos cocer una hora mas. Es turno ya de las butifarras y los trozos de patata. Añádelos y que se cocine todo junto.
Además de las galets, otro de los elementos que diferencia esta escudella del cocido son los pilotes de carne. ¿Qué es eso? Una especie de albóndigas que haremos mezclando la carne picada de cerdo y de ternera con sal, perejil picado y ajo molido en polvo. Se mezcla bien y se añade el pan que nos estaba esperando bañado en leche. Cuando consigas una masa bastante espesa, da forma a los pilotes. Enharinalo y reserva.
Vamos a por la carne. Comprueba que está bien hecha y colócalo con las patatas y los garbanzos. Cuela (y, si puedes, desengrasa el caldo), ponlo a hervir y echa los pilotes y los galets. Hay quien prefiere introducir las albóndigas de carne en la pasta, pero eso lo dejamos al gusto del consumidor. Cuando estén cocidos sírvelos y disfruta junto con la bandeja de carne, garbanzos y verdura.
Y como los catalanes son muy listos y el 26 de diciembre allí es festivo, es típico preparar canelones con la carne que ha sobrado. Dos pájaros de un tiro.
Para la gente de mi generación, el cocido es como Espinete: una magdalena capaz de evocar sensaciones muy similares. A mi me huele a familia, frío, siesta… y ahora que ya somos nosotros a los que nos toca cocinarlo, a tiempo para hacerlo, añadiría. Pero esos son otros detalles, a lo que sí que huele es a sábado, a fresquito y a vermut, ¿verdad? No me enredo más, que se nos escapa noviembre sin preparar la receta del mes.
Ingredientes:
500 gr de carne de morcillo de ternera
1 punta de jamón
300 gr. de panceta o tocino
1 hueso de espinazo de cerdo
1 hueso de rodilla de ternera
1 morcilla
3 chorizos de guisar
1 carcasa de pollo
2 muslos y contramuslos de gallina
250 gr de garbanzos
4 patatas
3 zanahorias
1 repollo
1 cebolla
1/4 de repollo o col
fideos al gusto
Sal
Al lío:
Como siempre que cocinamos garbanzos, tenemos que ponerles en remojo la noche anterior con abundante agua fría. Que no se nos olvide que, sin garbanzos, no hay cocido.
Comenzamos a preparar los huesos. En una olla pon agua a cocer y mete el hueso del jamón cuando el agua comience a hervir durante unos 5 minutos. Sácalo y límpialo bien con agua fría.
Escurre bien los garbanzos y mételos en una red para legumbres. Esto no es imprescindible, pero te ahorrará estar rebuscando los garbanzos en el caldo. Ponlos en una olla (tú decides si lo haces con olla rápida o normal, todo dependerá del tiempo que tengas) junto con todas las carnes y huesos. Con ganas, que si hay carne, hay alegría. Cúbrelo con agua fría y pon el fuego fuerte. Cuando comience a hervir el agua, baja un poco el fuego y que siga borboteando unos 10 minutos más mientras espumas el caldo. Deja que se cocine todo (tienes que comprobar que los garbanzos quedan tiernos) y sigue espumando el caldo, que quede lo más limpito posible. Tienes que estar también muy atento para que siempre tenga agua, no te distraigas y la líes. Abre la tapa y remuévelo de vez en cuando, olfateando un poco, que son esos gestos las que nos hacen sentir un poco cocinillas a los que no tenemos ni idea.
Ahora vamos con las verduras. Pela las zanahorias, las patatas, la cebolla la col (procura que siga todo unido a la parte central para que no se deshaga), échalo todo en una olla y cuécelo. Ya sabes, cuando hierva el agua, baja el fuego, tapa la olla y deja que se cocine hasta que las verduras queden tiernas. Añádelo al cocido. Haz lo mismo con el chorizo, para que suelte toda la grasa sin añadirse al guiso final.
Como casi todos los guisos, el cocido también está más rico reposado, al día siguiente. Además, esto te permitirá quitar la grasa que se queda en la superficie al enfriarse. ¿Qué conseguimos así? Además de quitar calorías, que la digestión sea un poquito más ligera. Y no restar nada de sabor.
Ahora viene lo bonito: reserva las verduras, la carne, los huesos y los garbanzos, prepara el caldo con los fideos.. y qué aproveche.
¡Ah! Seguro que te sobra caldo, así que congélalo pensando en esas cenas rápidas de invierno. No hay excusas para no comer bien. Y nada, repito, nada, se tira.
Creemos necesario, pero de verdad, reivindicar el valor de la casquería, un producto ampliamente consumido en otros tiempos que hoy sentimos un poco denostado, ¿estamos tontos? Cierto es que no es necesario (posible, diría yo) llegar al nivel que ha alcanzado Javi Estevez en La Tasquería (IM-PRES-CIN-DI-BLE), pero todos podemos lucirnos y comer bien preparando casquería. Ale, y todo este rollo para presentaros la receta del mes de septiembre: lengua de ternera.
Ingredientes:
1 lengua de ternera
200 gr. de guisantes
2 puerros
1 cebolla
1 tomate
1 pimiento verde
1/2 pimiento rojo
3 zanahorias
3 dientes de ajo
1 botella de vino blanco (o tinto, si te gusta mas)
Agua
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Una rama de tomillo
Una rama de romero
1 hoja de laurel
Perejil
Al lío:
Como siempre decimos, es imprescindible tener un carnicero, pescadero y frutero de confianza. Vamos, alguien que te asesore y te suministre buen producto fresco. Así puedes pedirle que te de la lengua lo más limpia posible y ahorrarte trabajo. Aún así, si te ha tocado o quieres hacerlo tú, tienes que limpiarla bien y ponerla en una olla con agua (que la cubra bien). Yo haría esto en olla rápida, para no tardar tanto.
Una vez que la lengua se enfríe, toca limpiarla bien, retirar cualquier venita que haya quedado y pelarla. Este proceso es laborioso pero imprescindible.
Es el turno de las verduras: pica todo bien y ponlo a pochar en la olla con un chorrito de aceite. Sazona bien. Añade el vino, la lengua y observa a ver si la receta te pide agua. Tápalo y guísalo durante 50 minutos en la olla rápida, o dos horas en una cazuela normal.
Déjalo enfriar y, cuando la lengua esté lista, córtala en rodajas y pasa la salsa por un pasapurés. Caliéntalo junto durante unos cinco minutos para que se mezclen bien los sabores, emplata, busca una buena hogaza de pan… y qué aproveche.
Seguro que te ha gustado esta receta, ¿verdad? Pues tienes muchas más en el apartado receta del mes de este blog y puedes ver todas las que preparamos para este año en nuestro calendario.
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