Si a tu pareja o tu cuñado les gustan los fogones, estos regalos para cocinillas les van a encantar. Porque, como cualquier friki de la afición que sea, una vez metidos en harina, a un cocinero aficionado también le va a gustar ese detalle que le va a hacer sentir como el becario de Ferrán Adrià recién llegado a el Bulli. Y, seamos sinceros, si después va a cocinar para ti, quizás el regalado seas tú, como le pasaba al reloj de Cortázar.
- Un libro bien editado con recetas diferentes. La editorial Penguin Random House recopila en The Happy Foodie una selección de libros de cocina muy especiales, recomendados para satisfacer las necesidades de los nuevos cocineros y las exigencias de los más expertos. Están escritos en inglés, así que puedes venderlo como un doble regalo perfecto para esos propósitos de año nuevo: comer sano y aprender un idioma.
- Maleta master-grill, con todo lo necesario para ser el auténtico rey de la barbacoa.
- Hierro marcador de carne, por si quieres dejar algún mensaje…
- Rallador de sal. El espectáculo del chuletón sale de la parrilla.
- Termómetro para la carne. «Al punto» dejará de ser un término cualitativo.
- Kit de cocina molecular, no habrá esfera, espuma, gel o molécula que se le resista.
- Mini-jardín de plantas aromáticas, para tener siempre a mano hierbas frescas.
- Tabla de cortar y cucharas de madera rockeras. Porque ¿quién cocina sin música?
- Y si ya tienes todo el equipo, ¿qué regalo mejor que un buen chuletón?